Las apariencias engañan... Mireya, la bruja del pueblo, realizaba una lectura de cartas a una de las mujeres del pueblo. Después de haber finalizado con la sesión, se dirirgió a su habitación. La joven contemplaba su esbelta y delineada figura en un pequeño espejo; se quito la pañoleta atada a su cabello, dejando caer su larga cabellera.
Andrés era un chiquillo de ocho años, delgaducho pero rebosante de energía, con un flequillo que caía como una cortina encima de las cejas, de pelo oscuro, casi negro. Alto para su edad e introvertido, basaba su vida fuera de la escuela en su imaginación.
Corría el año 1996, cuando en el instituto nº 3 de Villarrobledo, una chica llamada Montse, se enamoró perdidamente de un chico recién llegado, a las amigas de Montse, no les hizo mucha gracia que se enamorara así, de un chico tan raro, era muy alto y bastante pálido, pero Montse no les hacía caso.
La carretera que va de Leon, Gto a San Juan De Los Lagos, Jalisco es testigo de varias peregrinaciones al año de cientos de fieles que van a visitar a la virgen a pie o a pagar una manda... Todo parece normal, gente que reza y que lanza alabanzas hacia la milagrosa virgen, pero hay algo mas en esta peregrinacion.
1°:El Alcanfor. Así hablaba mi abuelo: Esto sucedió en 1949 yo tenia 9 años. Estaba jugando en la calle mas o menos como a las seis de la tarde. Ya estaba queriendo oscurecer y se me ocurrio ir a la huerta; pero ese dia paso algo raro,pues, a diferencia de cuando entrabamos mis amigos y yo por la mera esquina en esta ocasión entre por la casa de la vecina Luisita.
Lleva cuatro noches haciendo lo mismo. Las noches de verano son calurosas, claras como el cristal de una canica de colores e hipnóticas como lámparas de lava. A Elisa le gusta quedarse hasta tarde en la terraza mirando las olas rompiendo contra la costa.
Sus padres se acuestan pronto y no se enteran de nada.
Gotas de lluvia golpeaban parsimoniosamente la delgada ventana de cristal, él estaba mirando la pasiva lluvia sin prestarle atención. Tenía otras cosas en mente, pero en realidad de todas esas cosas solo una predominaba en su mente: su novia.
Esta historia me la contó mi bisabuela cuando solo tenía 9 años. Recuerdo la historia como si fuera ayer. Espero contarla tan bien como ella lo hacía. Espero que os guste.
Cuando llegue a mi nueva casa, por la cual nos trasladamos debido al trabajo de mis padres, estaba malhumorado porque atrás dejaba mis amigos de siempre, y mis costumbres. A mis 12 años de edad había cambiado la vida de una gran ciudad por una casita en un campo, con una gran naturaleza alrededor.
Bajo la cúpula celeste el aire se contoneaba embravecido, soberbio, ocultando su furia desatada entre los matorrales de arbustos inanimados y las hojas imbricadas de cipreses estilizados. En su quehacer infantil se elevaba grácil hacia los cielos, o caía en vertiginoso descenso desde las alturas. Se gustaba, sí, y con la misma energía con que irrumpía, del mismo modo desaparecía. En su lugar acontecía una quietud exasperante.
Francisco era un hombre que se quejaba de y por todo. Trabajaba de mantenimiento en un edificio que quedaba a 10 cuadras de su casa. Un dia, el personal del edificio dio una fiesta en un terreno muy lejos del edificio. Francisco fue invitado.
Un jóven desesperado se encontraba parado a la orilla de la carretera en medio de una oscura y tenebrosa noche haciendo autostop, a la vez que estaba cayendo una tremenda tormenta. Esto sucedía en la madrugada del 31 de octubre.
Era noche cerrada. La lluvia llevaba horas cubriéndolo todo con su serenidad cristalina, pero pocas personas eran conscientes de ello. Vivir solo en un caserón en medio de algún lugar entre las montañas es algo para lo que no todo el mundo está preparado; yo creía estarlo...hasta aquella noche.
Orlando era un joven atractivo, pero demasiado misterioso, siempre estaba serio y no platicaba casi nunca con nadie de la oficina, llevaba una amistad de algunos meses con Carlos.
Un ¡¡¡RING!!! Avisa sobre la hora del recreo, los niños corren entusiasmados por los pasillos, y Lucke, un niño de 12 años que salió el ultimo porque había sido castigado, avistó en el final del pasillo una extraña luz y varias sombras a su alrededor.
Esta historia ocurrió en un barrio de Santa Fé capital, más exactamente en una escuela. Estaba entrando al salón de clases cuando alguien mencionó:
¿Dónde esta Gustavo?
Hola mi nombre es Antonio Cruzaley vivo en la ciudad de Mexicali B.C México lo que me pasó a mi tal vez sea difícil de creer, ya que la mayoría de la gente no cree en esta clase de cosas, por eso es que busqué esta página para poder desahogarme. Espero que les guste mi historia y espero que a ni uno de los lectores le suceda.
Sus ojos eran enormes y vacíos carentes de alma
Su sonrisa gigante casi dolorosa y aquel sonido desgarrador
De aquel hacha cortando la piel de aquella pobre víctima.
Siempre me había preguntado que había en el último piso de mi edificio, mas nunca me atrevía a subir.
Una madrugada mientras todos dormían yo no paraba de escuchar pisadas en el piso de arriba lo cual era raro ya que ese piso estaba deshabitado. La curiosidad no me dejaba dormir así que sin dudar me levanté, salí de mi casa y subí las escaleras. Se escuchaba la lluvia caer y el viento soplar.
Cristina Argibay Oujo nos envía este primer capítulo de su novela con formato blog titulada "Los ojos de la muerte". Cada sábado publica un nuevo capítulo así que si os gusta no dudéis en visitar su blog.